domingo, 5 de junio de 2005

Poemas a varias voces y un concordado sentir

Lazarillo

Si hoy este discreto Lazarillo se atreve con el verso no es para engolar el trino. Lazarillo no está en el aire para hacer de la palabra una argucia mental o un señuelo sutil para henchir su vanidad. Su predisposición es muy otra. Acaban de darle una prueba de ello sus amigos distantes, los que hablan otras lenguas y siguen la escucha de su voz por amor a esta cultura nuestra que aquí algunos tratan de desbaratar con baladíes pugnas de taifas. Lazarillo, movido por el amor y la amistad -qué otros sentimientos sino pueden dar cauce al canto-, ha escrito un poema y sus amigos Anxo, en Sintra, a la vera del Atlántico, y Simona, en Macerata, a la orilla del Adriático, lo han reescrito en su voz para dar más hondura al abrazo que nos une en la lejanía. Sólo ese destino la cabe a la palabra para quienes la estimamos como la más preclara herramienta de la comunicación. “Sólo digo mi canción a quien conmigo va”.

Aquella playa del Atlántico

Aquella playa del Atlántico
y el mar
aventado desde el horizonte
por donde se hicieron todos los caminos
y se rompió el mundo
para nacer más vivo de voz y de cultura.
Llévame amigo
a la playa de tus brisas y tus olas
a solas con la luz del crepúsculo.
Y hazme crecer de vida
con un sueño que nadie rompa nunca
y que penetre con raíces de sangre
en la profunda infinitud de las estrellas.

Anxo

Aquela praia do Atlântico
e o mar
revolto desde o horizonte
por onde se fizeram todos os caminhos
e se rompeu o mundo
para nascer mas vivo de voz e cultura.
Leva-me amigo
à tua praia de brisas e ondas
sozinho com a luz do crepúsculo.
E faz-me crecer de vida
como un sonho que ninguém rompa nunca
e que penetre com raízes de sangue
na profunda infinidade das estrelas.

Simona

Quella spiaggia dell'Atlantico
o il mare
avventato dall'orizzonte
ove si crearono tutti i cammini
e si frantumò il mondo
per risorgere più vivo
in voce e in cultura.
Conducimi amica
alla spiaggia delle tue brezze e delle tue onde
da soli alla luce dei crepuscoli.
E fammi crescere di vita
con un sogno che mai nessuno infrangerà
e che penetri con radici di sangue
la profonda infinità delle stelle.

En la confianza de que el poema pueda tener más voces en un concordado acento de corazón a corazón (valga la redundancia), ahí queda, sembrado en el Aire.

PS.- Una vez publicado el poema, con la inmediatez y diligencia que da sentirse comprendido en el oficio y menester de las culturas, además de en el inestimable valor de una larga amistad, mi querido Jacint aporta su versión en la por tantos motivos admirable lengua de la Cataluña mediterránea:

Aquella platja de l'Atlàntic
i el mar
esventat des de l'horittzó
on es van fer tots els camins
i es trencà el món
per a néixer, més viu de veu i de cultura.
Porta'm, amic,
a la platja de les teves brises i de les teves ones
tot sol amb la llum del crepuscle.
I fes-me créixer de vida
amb un somni que mai ningú no trenqui
i que penetri amb arrels de sang
en la profunda infinitat de les estrelles.

Versión en árabe a cargo del profesor de esa asignatura en la Universidad de Salamanca don Miguel A. Manzano:

Aquella playa del Atlántico

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde el Mediterráneo, con otra voz y el mismo sentir:

Aquella platja de l'Atlàntic
i el mar
esventat des de l'horittzó
on es van fer tots els camins
i es trencà el món
per a néixer, més viu de veu i de cultura
Porta'm, amic,
a la platja de les teves brises i de les teves ones
tot sol amb la llum del crepuscle.
I fes-me créixer de vida
amb un somni que mai ningú no trenqui
i que penetri amb arrels de sang
en la profunda infinitat de les estrelles.

Jacint

Anónimo dijo...

Como no sé otro idioma que el de Castilla, sólo deseo que ese hermoso poema tenga muchas voces en el Aire.

Anónimo dijo...

Es dificilísimo que una poesía soporte la traducción, pero este poema traspasa la barrera del idioma limpiamente y llega al alma. ¡Es límpido y bellísimo!
Gracias, amigo Lazarillo.

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