domingo, 12 de junio de 2005

Salamanca, Salamanca, de alcaldada en alcaldada

Lazarillo

En ocasiones como la que nos ocupa, no hacer falta apelar a consignas, guiones previos, recurrencias al pasado o disciplinas ideológicas partidistas o sectarias mentalmente encastilladas en la obsesión o el rencor. Ya digo, el día a día pone a cada cual en su sitio por más que el implicado esté investido de autoridad, cuente con el aval democrático de los votos y se asome a la calle luciendo pancartas y populismo charro por un montón de papeles sobre cuyo valor nadie se interesó antes que Cataluña en la ciudad de Salamanca. Y es que, en los días previos a la convocatoria para la manifestación glosada ayer por mi dilecta Melibea, con el consiguiente dispendio de dinero público procedente de todos los salmantinos, el alcalde de la ciudad no ha sabido disimular -acaso por costumbre, quizá por talante- las indirectas intimidaciones que comporta oponerse a sus proyectos urbanísticos. Sobre todo si se tiene la osadía de exponer libremente una opinión en ese sentido en la sede municipal y casa de todos, presidida por don Julián Lanzarote con el estilo que se desprende de la noticia que sigue, publicada por un diario local y remitida a este humilde Lazarillo por el colectivo afectado. Lo que la gacetilla refleja es la intrahistoria sociológica de una ciudad en la que los circuitos caciquiles descuellan y compadrean de tan decimonónica guisa contra todo menoscabo de su influencia.

El Adelanto, Salamanca, 10 – VI – 2005

La Corporación local escuchó ayer inmediatamente después de la sesión plenaria la intervención de José Luis Rodríguez Álvarez, como representante de Ecologistas en Acción. Expuso los motivos por los que este colectivo rechaza el proyecto de un aparcamiento subterráneo en la plaza de Los Bandos. Tras su interpelación al equipo municipal de gobierno, José Luis Rodríguez Álvarez se dirigió al instituto en el que trabaja como profesor. Allí le estaba esperando un inspector de Educación, según sus declaraciones. El representante de Ecologistas en Acción considera ese hecho un acoso y una medida de presión, ya que, en sus años de trabajo, no había ocurrido nunca que un inspector acudiese a un centro para comprobar la presencia de un profesor específico cuando no se trataba de una hora de clase presencial, como era su caso. Miembros de la plataforma en contra del aparcamiento subterráneo de Los Bandos se reunieron ayer para analizar estos hechos. Este periódico intentó sin éxito ponerse ayer por la tarde en contacto con el director provincial de Educación, Bienvenido Mena, para conocer su versión.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Así es la levítica Castilla, sólo sirve de argumento novelesco, fuera de ahí se soporta entre el fatalismo, el levantamiento de hombros, el servilismo y otras lacras no menos miserables.

Anónimo dijo...

El alcalde de Salamanca tiene ganada fama por sus deplantes. Es como Aznar pero a lo charro. La oposición socialista tampoco brilla por su trabajo. Todo es bastante mediocre en la vieja capital de la cultura.

Anónimo dijo...

Esos métodos valen también para opositar como funcionario a las instituciones controladas por el Partido Popular o para cargarse a toda una nómina de personal como ocurrió con el Centro de Arte de Salamanca.

Anónimo dijo...

Salamanca crece en facherío al mismo tiempo que Cataluña en nacionalismo.

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