lunes, 10 de octubre de 2005

Los obispos catalanes y la COPE

Lazarillo

Se echaba de menos una reacción por parte de los obispos catalanes acerca del tono y contenido de algunos programas de la COPE. No porque sólo de ellos pudiera proceder un indicio de sentido común, compartido con algunos otros monseñores de las Españas que silencian discretamente su opinión, sino porque, tras la aprobación del Estatut en el Parlament, era la propia dignidad de los feligreses de las diócesis catalanas la vilipendiada a través de esa emisora.

Fueron al parecer las numerosas quejas de los creyentes ante el tono ofensivo y descalificador de espacios como La Mañana de don Federico las que han impulsado esa positiva reacción. En ese sentido, los señores obispos de Cataluña se han propuesto hacer las oportunas gestiones ante los responsables de la cadena radiofónica para favorecer un clima mediático de convivencia y respeto mutuo entre los ciudadanos, según cita textual de la Conferencia Episcopal Tarraconense.

Desconozco hasta qué punto esa declaración teórica de crítica frontal a la línea programática de la COPE tendrá efectividad. Dadas la dotes diplomáticas de la institución y su capacidad para escurrir el bulto del compromiso cuando están en juego varias alternativas, podría pensarse que los señores obispos catalanes sólo han pretendido cumplir de boquilla allí con los reproches de su feligresía sin mojarse de hecho donde le compete en resolver sus demandas.

Lo que resulta evidente, tras el anuncio de lo expuesto, es que para que los monseñores catalanes hayan hecho pública recriminación de la programación de la cadena de la iglesia, muchas y muy dignas de consideración habrán sido las reconvenciones pulsadas entre su grey. Haría mal por lo tanto el común de sus colegas en echar en saco roto esas razonables reclamaciones ante lo que constituye, día a día y mañana a mañana, un desacato flagrante a los principios evangélicos de la institución, a los democráticos de la Constitución y a los deontológicos de la profesión periodística.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es fácil mantener una postura en Cataluña y otra ante la Conferencia Episcopal en Madrid. La iglesia católica es sabia en poner una vela a Dios y otra al Diablo.

Anónimo dijo...

¿Aceptan el Estatut laico y abortista los obispos catalanes?

Anónimo dijo...

Que los catalanes no den óbolo a los cepillos de las parroquias mientras la COPE siga siendo radio basura.

Anónimo dijo...

Yo pienso que, para los católicos, mentir es un pecado. Esta gente de la COPE no paran de hacerlo. No solo mienten sino que calumnian. Y todo esto con el beneplácito de la Iglesia católica. ¿Nos podemos fiar de esta iglesia y de sus mandatarios?

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