Acabo de firmar con total convencimiento esta carta publicada en CTXT, dirigida al Presidente del Gobierno y a la Comisión Europea, en la que, bajo el titular No necesitamos tanques, el enemigo es la industria del odio y la desinformación, se afirma que el gasto en armas, seguridad e Inteligencia Artificial no hará retroceder a la extrema derecha ni mejorará la vida de la mayoría de las personas ni mejorará la lucha contra el calentamiento global. Es mucho más urgente crear un ecosistema de medios y redes sociales libre, abierto y descentralizado, como primer paso hacia la creación de tecnologías de la información que pongan el acento en la convivencia, el diálogo y la no discriminación. Está tardando mucho la ciudadanía de la Unión Europea en convocar concentraciones multitudinarias al unísono en las principales ciudades, en coincidencia con lo que se sostiene en esta carta abierta, merecedora sin duda del mayor número de firmas posible. El odio es un combustible cada vez más abundante y barato que debe ser erradicado mediante la concordia, el entendimiento y la solidaridad.
Nosotras y nosotros, los abajo firmantes, periodistas, académicos, activistas, tecnólogos y representantes de la sociedad civil, pedimos al presidente español, Pedro Sánchez, y a la Comisión Europa que apoyen la inversión en infraestructuras públicas digitales y el uso de protocolos abiertos para que la tecnología sirva mejor a los ciudadanos europeos, a las pequeñas y medianas empresas y a las democracias.
Nos preocupa el inmenso poder de las grandes tecnológicas y la dependencia que de ellas tienen los ciudadanos, las administraciones públicas e incluso nuestros sistemas de defensa. Bajo la nueva administración estadounidense, Europa ha sido acusada injustamente de socavar la libertad de expresión por tratar de regular el funcionamiento de esas tecnológicas. Y mientras tanto, la creciente estupidez anti-política se ve amplificada por algoritmos opacos que incentivan la difusión de bulos, mentiras, contenidos extremistas y voces de extrema derecha, así como la supresión de voces alternativas.
El dominio de un puñado de gigantes de Silicon Valley, aliados del presidente estadounidense que acaba de declarar la guerra arancelaria al planeta entero, está imponiendo una visión del mundo, brutal y enloquecida, que Julia Steinberger acaba de definir como capitalismo de cataclismo. La falta de competencia en los servicios digitales esenciales, como las búsquedas y las redes sociales, perjudica a las empresas europeas y a la economía en general, y pone en jaque a las propias democracias, los derechos humanos y la lucha contra el cambio climático. Hace falta un modelo diferente. Europa no necesita comprar más tanques ni alentar las guerras, sino acometer planes de inversión y crear nuevas herramientas para democratizar verdaderamente las redes, formar y educar mejor a los jóvenes y pelear en serio contra la nueva / vieja hegemonía cultural que ha convertido a la industria de la desinformación, la manipulación y el odio en un agente político global.
Por eso pedimos al Gobierno español que lidere a los socios europeos hacia la construcción de un espacio digital europeo autónomo, público, libre y resiliente. El gasto en armas, seguridad e Inteligencia Artificial no hará retroceder a la extrema derecha ni mejorará la vida de la mayoría de las personas ni mejorará la lucha contra el calentamiento global. Es mucho más urgente crear un ecosistema de medios y redes sociales libre, abierto y descentralizado, como primer paso hacia la creación de tecnologías de la información que pongan el acento en la convivencia, el diálogo y la no discriminación.
Tenemos que alejarnos de las plataformas cerradas y los ecosistemas digitales que censuran y limitan otras opciones. Necesitamos que los individuos, las empresas y la sociedad civil participen en la plaza pública digital con los mismos derechos y libertades que fuera de línea. En este sentido, animamos a la comisaria Teresa Ribera a que implemente cuanto antes la nueva Digital Markets Act.
Un ejemplo reciente de nuevas tecnologías basadas en las personas es la campaña Free Our Feeds. La solución no son sólo nuevas plataformas: son nuevos cimientos. Asegurando el uso de protocolos abiertos y la interoperabilidad en plataformas y aplicaciones podemos construir un futuro en el que los usuarios controlen sus redes, los desarrolladores puedan crear libremente y nadie tenga el poder de cerrarlo todo.
Asimismo, apoyamos la creación de una nueva «infraestructura pública digital», inspirada en la idea del Eurostack, defendida entre otros por organizaciones como ACO y la asociación de PYMES tecnológicas europeas, que garantizará una base tecnológica libre, pública e independiente sobre la que construir redes sociales y otras aplicaciones y servicios.
Los protocolos abiertos y la pluralidad algorítmica son parte de la solución para proteger a las sociedades democráticas ante el avance del tecnofascismo.
Los europeos necesitan líderes valientes, que defiendan con hechos y sin ambages estos principios. Por ello, solicitamos al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que:
- Lidere a las fuerzas europeas que quieren cambiar el statu quo tecnológico promoviendo una coalición de países que promueva la pluralidad algorítmica y los protocolos abiertos para las redes sociales.
- Organice una primera Conferencia sobre el Futuro de la Tecnología Europea para lanzar dicha coalición de Estados miembros.
- Defienda públicamente la obligatoriedad de los protocolos abiertos en las redes sociales en la próxima revisión de la Digital Markets Act.
- Apoye la creación de un Fondo Tecnológico Europeo que garantice la creación de una infraestructura digital europea independiente (como el Eurostack), unificando iniciativas similares en toda Europa y financiándolas con fondos tecnológicos y de Defensa.
- Promueva ventajas fiscales para las fundaciones y asociaciones de interés público que luchen contra la industria del odio y la desinformación.
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