domingo, 19 de mayo de 2024

AL PANADERO FUSILADO EN GARRAFE DE TORÍO LO DESNUDARON SUS VERDUGOS


La instantánea, cuya calidad es deficiente, refleja una imagen familiar de Celestino González Bayón, industrial panadero, y su hija en el el momento de descargar sacos de harina de un carro, posiblemente un día de verano. Los dos fueron represaliados por las tropas vencedoras de la infausta Guerra Civil. El padre fue fusilado y enterrado en una cuneta, cerca de la vía del tren, y la hija fue encarcelada en la prisión de San Marcos. La lucha del biznieto del panadero asesinado en Garrafe de Torío (León) por dar a los restos mortales de Celestino la identidad y el lugar digno que merecen se cuenta con detalle en el siguiente artículo. Para ello han tenido que pasar 87 años y abochorna que aún se hubieran que solventar recientemente unas últimas y burocráticas dilaciones formales para que los huesos de Celestino González Bayón pueda ser abrazados por sus descendientes. De la historia que aquí se cuenta, publicada en el diario La Nueva Crónica de León, sorprende y espanta, al mismo tiempo, que uno de los falangistas que colaboraron en aquel asesinato vistiera, después de haber sido enterrada la víctima, su propio traje porque al panadero de Garrafe de Torío lo desnudaron sus verdugos aquel día de otoño de 1937. "No tenía ningún vínculo político ni estaba afiliado en ningún sindicato ni nada de nada», cuenta su biznieto Guillermo González: «No tuvo juicio, no tuvo condena; fue asesinado en caliente, sin más". Así se mataba entonces a quienes tenían las manos hechas a amasar el pan de cada día, cuando el pan era un manjar para tantos.

Camino Díaz Llamazares

Corría el año 1937. Poco después del estallido de la Guerra Civil española, apenas diez días tras la caída del Frente Norte en Asturias, una joven veía, sobre las viejas rieles del Hullero, cómo a su padre le guiaban en una dirección desconocida desde la estación de Garrafe de Torío. La muchacha partía de viaje en un tren que le haría llegar a la cárcel de San Marcos; la primera parada de una condena firmada por doce años. El de su padre, sin embargo, fue un viaje de paradero aún menos previsible. Y es que, hasta hace poco, su destino había permanecido escondido entre la incertidumbre del silencio.

Celestino González Bayón era de Ruiforco de Torío. Lo cuenta su biznieto, Guillermo González, vecino leonés empeñado en rendir homenaje a su antepasado. En «cerrar heridas», señala él, y explica que su bisabuelo vivió en América hasta su vuelta a la provincia, donde su familia le esperaba; todos dispuestos a montar una panadería en La Pola de Gordón. «Era una zona de mucho conflicto y decidieron irse para Asturias», relata. Allí permaneció la familia hasta octubre de 1937, cuando regresaron a León junto a su hija Josefa; más tarde, encarcelada por «sublevación al régimen»; tiempo después, madrina de Guillermo. Su vuelta no fue un camino de rosas: chivatazos y amenazas eran en aquellos tiempos pan de cada día, casi más que el propio pan. «En la zona de Garrafe había mucha represión», continúa el descendiente: «Un pariente les dijo que debían irse al monte unos días hasta que todo se calmara, pero mi bisabuelo no quiso». La decisión marcó su destino y, a punto de coger el tren, la vida de Celestino se separó para siempre de la de su familia.

«De mi bisabuelo no se volvió a saber nada», sigue el relato: «Mi abuela y mi madrina no sabían en realidad qué había pasado con él; le habían matado, pero no sabían dónde estaba». Fue el hijo de aquel pariente que avisó del chivatazo quien entró en detalles sobre el fallecimiento del bisabuelo ante los oídos de Guillermo. «Por lo visto, era una zona habitual para coger a gente como cogieron a mi bisabuelo; les llevaban y les fusilaban», cuenta el biznieto, testigo directo del silencio que emana del miedo a volver con la memoria a lugares del pasado llenos de dolor y de injusticia. Pasaron lustros hasta que el leonés emprendiera su viaje hacia el sepulcro de su antepasado. Pasaron décadas hasta que Guillermo se embarcara en la trepidante peregrinación hacia la comprensión de sus orígenes. 

Poco más hizo falta para que el biznieto tomara la determinación de entrar en contacto con la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica (Armh). «No tenía mucha información», dice, aunque el hecho no impidió que siguiera recabando nuevos datos: «Después de localizar el sitio más o menos exacto, empecé a hablar con personas de esa zona y, en muchas ocasiones, por miedo, la gente calló… Todo el mundo lo sabía, pero nadie lo hablaba». Fueron sus conversaciones con miembros de la asociación, como el vicepresidente Marco Antonio González, las que hicieron de este viaje personal uno menos farragoso. 

El recorrido comenzaba en 2019, con los primeros acercamientos a la información sobre el paradero de su bisabuelo. Después de la pandemia, entre 2021 y 2022, Guillermo mantenía sus primeras reuniones con la Armh. «No sabía muy bien lo que hacer», confiesa: «En Garrafe ya no hay cuartelillo; por lo que sabía, en aquel entonces no se tenía ningún reparo en dejarlo todo anotado y archivado, pero hace tiempo un guardia civil actual me dijo que, en cuartelillos pequeños, toda esa documentación se destruyó». El primer hilo del que tirar lo encontró en el nombre de su bisabuelo. «Celestino González Bayón», repite: «No hay muchos con esos nombres y apellidos». Un título como «industrial panadero» le sirvió para continuar. «No tenía ningún vínculo político ni estaba afiliado en ningún sindicato ni nada de nada», hace hincapié: «No tuvo juicio, no tuvo condena; fue asesinado en caliente, sin más».

Cuenta que la asociación siempre empieza su actuación sobre una potencial fosa común haciendo uso de detectores de metales. «Siempre hay un botón, un colgante, algo de metal que llevan en los bolsos o los propios casquillos de la bala», dice, aunque su antepasado no era susceptible de portar ninguno de esos objetos. Sus verdugos le desnudaron y, con el tiempo, el mismo traje que vestía Celestino González cuando fue paseado, lo llevaba puesto –de paseo– un falangista de la zona de Garrafe. «Esa zona fue criminal», describe Guillermo: «Hubo un frente falangista tan fuerte que la persona que dio el chivatazo, que avisó de que mi bisabuelo venía de ‘zona roja’, ni siquiera era militar ni guardia civil, era un paisano del pueblo con una vinculación falangista muy grande». Junto a la civil, estalló la guerra entre vecinos.

Con la información recopilada, los miembros de la Asociación por la Memoria Histórica no tardaron en ponerse manos a la obra. Al principio, pidiendo los permisos oportunos. Consiguieron el de la Junta de Castilla y León aun en mitad de la polémica por la Ley de Concordia. También, el del Ayuntamiento de Garrafe. Sólo quedaba una luz verde para arrancar con la excavación. «El sitio en cuestión estaba a unos setenta u ochenta metros de de la vía de Feve y la asociación quiso pedir permiso a Adif por si acaso hubiera problemas luego», explica. Tras cuatro meses a la espera de la respuesta de la empresa pública, recibieron por fin el visto bueno. «Una vez se tienen todos los permisos, lo que queda es hacer el trabajo de campo», señala el biznieto. Con el ‘sí’ de la Junta, el Ayuntamiento y Adif, sólo queda establecer la fecha definitiva para la excavación.

Y así va acercándose el leonés al destino de su periplo personal; el mismo que encontró su bisabuelo aquel mes de octubre de 1937. Así se aventura Guillermo a conocer un poco más de la historia de su familia en particular; un preludio para mirar a través del prisma general de unos años oscuros en la historia de este país. «Este es un pequeño compromiso», dice y no tarda en rectificar: «Es un gran compromiso que adquirí con mi abuela y con mi madrina para descubrir dónde está su padre y, al menos, llevarle una flor». La flor del reencuentro y de la reconciliación; la flor henchida de belleza al descubrir, al fin, dónde ha yacido Celestino durante los últimos 87 años. «Hay mucha incomprensión a veces, hay quien lucha contra esto», termina por decir: «Nosotros simplemente queremos honrar a mi bisabuelo y darle un descanso digno como se merece todo el mundo y que, en este caso y en el de decenas o centenas de miles de personas, no lo tuvieron». 

La Nueva Crónica  DdA, XX/5.649

EL FÚTBOL FEMENINO Y UNA FEDERACIÓN DE FÚTBOL SIN VERGÜENZA


Valentín Martín

Ayer jugaron la final de Copa el Barça y la Real Sociedad. Las mujeres del Barça forman probablemente el mejor equipo de fútbol femenino del mundo. Tienen la técnica de Iniesta y el corazón de Puyol. Lete, la portera de la Real es magnífica y evitó una goleada mayor para su equipo, cargado de dignidad a la hora de competir y perder. Zaragoza puso el escenario, el mismo de la magia de los Cinco Magníficos: Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra. Cuánta nostalgia para todos, y no sólo para Yusta. La Romareda se llenó como en los buenos días perdidos. Y yo me subí una vez más por las paredes ante un nuevo ejercicio de machismo a cargo de la Real Federación Española de Fútbol. Ya la vez anterior las futbolistas ganadoras tenían que recoger de una mesita a pie de campo las medallas y colgárselas al cuello. Ellas mismas. Ayer fue distinto: uno de los entrenadores del Barça llevaba una bolsa de basura con las medallas y las futbolistas metían la mano, sacaban una medalla y luego no sabían qué hacer con ella. Que pregunten hoy en Vistalegre.
Habían jugado un espléndido partido de fútbol y al final nadie se dio por aludido. Me pregunto si en la Real Federación Española de Fútbol queda alguien para apagar la luz de la vergüenza. O para explicar para qué sirven las bolsas de basura. Me pregunto si la Reina Letizia fue al partido para dejarse ver en el aniversario de su matrimonio (creo que por ahora se cumplen 20 años desde que dejó el telediario y sus ex compañeros fueron muy generosos con ella).
Me pregunto si los hombres no se han enterado de que todas las cosas son mejores con mujeres que sin ellas. Así nos va.

DdA, XX/5.649

sábado, 18 de mayo de 2024

SÁNCHEZ LEGITIMA LA BULOCRACIA SIENDO ENTREVISTADO POR FERRERAS


¿Se puede esperar algo de un gobierno que pretende combatir la bulocracia y permite que uno de sus más caracterizados propaladores entreviste a Pedro Sánchez con carácter reiterado, admitiendo como cronista de cámara a un mentiroso maniobrero que está contribuyendo a pudrir la democracia?

Aníbal Malvar

Creo que no exagero si escribo que Pedro Sánchez se humilla cuando acude a La Sexta a ser entrevistado por Antonio García Ferreras. El director y presentador de Al Rojo Vivo estaba presente el día en que el comisario Villarejo y altos directivos del grupo Planeta se autocalificaron de “mafia” mientras se jactaban de haber manipulado informaciones para hundir a determinados políticos. Entre ellos, el propio presidente del Gobierno. Como periodista, me siento insultado cuando se normaliza a personajes mediáticos de esta calaña. Es como si la ministra de Igualdad acudiera al plató de Pablo Motos, donde el trato a la mujer es denigrante por vocación y convicción. Por dignidad, deberían declinar formar parte de estos circos.

Esta frivolización de la política que tan de moda está es una fábrica de desafectos, de desencantados. Hay que salir en la tele, aunque tengas que sentarte ante el conspirador que ha intentado apuñalarte y pudrir la democracia de tu país. Hay que alimentar el morbo, El Ferri contra El Guapo/La Leyenda, en singular combate. Espectáculo bochornoso. Afrenta contra la decencia periodística. Éxito seguro de audiencia.

El Ferri ha superado lo de los audios que lo delatan como manipulador igual que Pedro Jota superó los vídeos íntimos con Rapu Mulebake y los delirios conspiranoicos tras el 11-M. Ahora el ex director de El Mundo se pasea por las teles y radios públicas impartiendo autoridad.

El daño reputacional que hace PS a toda la profesión periodística admitiendo como cronista de cámara a un mentiroso maniobrero es enorme. Y al ciudadano se le ocurre preguntar qué poder tendrá El Ferri para doblegar la dignidad de todo un presidente de Gobierno. Es la gallina visitando la guarida del lobo. La sombra de Florentino Pérez es alargada, pero uno le presuponía a Pedro Sánchez más arrogancia ante estos personajes de navaja y callejón.

No puedes quejarte de la bulocracia si legitimas con tu complicidad a los difusores de bulos, a los que lo ven burdo pero van con ello. PS se retiró cinco histriónicos días para meditar qué hacer cuando la máquina de fango salpicó a su mujer, y apenas unas semanas después se echa unas risas con el rey del fango. Espeluznante. Barak Obama se negó a aparecer en los platós de la Fox.

DIARIO RED DdA, XX/5.648

LA ESPERPÉNTICA PROCESIÓN DE LAS BARRICADAS


 Lo que se cuenta de este vídeo hay que decirlo obligadamente en gallego, tal cual hacen sus protagonistas. Por eso ahí va, aunque hayan pasado algunos años de la efeméride. Cabe seguir haciendo diversas interpretaciones sobre la misma, pero no hay duda de que hay una, sobre todo, que la define como denominador común: la de merecer figurar en un lugar destacado en la historia escénica del esperpento valleinclaniano. 
Galiza, Outono 2013. Chovía, como non. Non había neve aínda, pero si castañas e porco. Preguntáronnos si podíamos tocar nunha procesión. ¿Qué é iso? ¿Qué se toca nunha procesión? O que queirades... dixeronnos. E asi foi. Fin.

DdA, XX/5.648

CÍNICO ACTIVISMO ULTRA DE UN PRELADO: LOS DISCURSOS DEL ODIO NOS AMENAZAN A TODOS

Es de hacer notar lo que el autor del artículo subraya con relación a Facebook y sus supresiones al eliminar en esta red social el enlace que permitiría una mayor difusión del texto, entendiendo que el firmante, en lugar de hablar de la incitación al odio -como lo hace de modo harto evidente Enrique del Teso-  podría incitar al mismo. El articulista se ha visto obligado por ello a escribir esto para que les conste a los supresores y público en general: "Se titula [el artículo] "Fútbol, normalidad, odio táctico y rey sobrante". Facebook suprimió el enlace porque incumple la norma de no incitar al odio. El artículo habla de la incitación al odio, no es una incitación al odio. Posibles menciones sensibles: Rey, Iglesia y bandera. Solo menciones". Este Lazarillo añadiría entre estas menciones la del prelado Sanz Montes, que lo es de Oviedo y que, tal como escribe el articulista recordando su última intervención pública siguiendo la tónica reaccionaria que lo caracteriza, "azuza la bicha escondiéndose en la obviedad (no caben todos los inmigrantes aquí). Quién va a negar esa evidencia. Pero no se habla para Infovaticana para decir lo obvio. Se parapeta en lo obvio para decir barbaridades, para ayudar a la ultraderecha a cizañar grupos humanos y erizar odios, miedos y prejuicios contra los inmigrantes. Barbaridades. Sanz Montes hace honor a dos rasgos del estilo eclesiástico: la hipocresía y la cobardía".


Enrique del Teso

Algunas obviedades las carga el diablo. Las carga el diablo porque, siendo verdaderas (si son obviedades, no pueden ser falsas), muchas veces son el refugio desde el que se pueden predicar horrores sin dar la cara. En no sé qué canal británico le preguntaron a Aznar en su día si era partidario de bombardear otra vez Irak. Dijo que, si era necesario, sí. La condicional convierte la frase en una obviedad. Es raro decir que, si es necesario hacer tal cosa, entonces no hay que hacerla. Decir que haríamos algo si es necesario, es el tipo de obviedad con el que el Gato orientaba a Alicia: todos los caminos llevan a alguna parte si caminas lo suficiente. Desde una obviedad siempre puedes esconder la mano después de tirar la piedra. Arrecia el discurso del odio racial ante las elecciones europeas. El arzobispo Sanz Montes azuza esa bicha escondiéndose en la obviedad: no caben todos los inmigrantes aquí. Quién va a negar esa evidencia. Pero no se habla para Infovaticana para decir lo obvio. Se parapeta en lo obvio para decir barbaridades, para ayudar a la ultraderecha a cizañar grupos humanos y erizar odios, miedos y prejuicios contra los inmigrantes. Barbaridades. Sanz Montes hace honor a dos rasgos del estilo eclesiástico: la hipocresía y la cobardía. Es muy de la Iglesia hacer una cosa fingiendo otra, encubrir sus miserias terrenales ofreciendo vida eterna. Y también es muy eclesial el frotamiento de manos, los circunloquios empalagosos para fingir que no se está diciendo lo que se está diciendo. El activismo ultra de Montes le añade a ese estilo un cinismo poco habitual en la Iglesia. El cinismo es la ostentación desvergonzada de la quiebra de normas ajenas, un hermano menor de la provocación. Montes hace flotar el cinismo en la hipocresía como el aceite en el agua, quiere más molestar que convencer, es más intenso su odio al pensamiento ajeno que su apego al propio. Junta lo peor de la Iglesia con lo único de los fachas.

La cosa es que se me juntó en la retina la imagen de Sanz Montes con la de Brahim, el habilidoso delantero del R. Madrid. Es de familia marroquí y fue convocado con Marruecos, por lo que ya no podrá jugar con España. Iñaki Williams decidió jugar con la selección de Ghana, mientras su hermano Nico decidió jugar con España. En la primera sensación perezosa de estos casos, me parecía simpático que estas estrellas jugaran con la selección del tercer mundo. ¿Por qué no van a jugar grandes del fútbol con la selección de Marruecos o de Ghana? Pero este pico racista que vivimos me hizo mirar las cosas con más calma. En 2018 Francia ganó el mundial y muchos franceses medio torcían el gesto cuando les dabas la enhorabuena. En aquella selección había gente como N’Golo Kanté, Mbappé, Pogba, Dembelé, Varane, … Muchos de raza negra y padres africanos. ¿Cómo demonios se pronuncia Mbappé? En Wikipedia, en la entrada para Tchouaméni (cuesta escribirlo), dice que es francés pero aún recuerda que es de origen camerunés. Falta poco para que digan francés, a secas. Y por eso los votantes de Le Pen no sintieron haber ganado el mundial. No eran franceses todos esos, no tenían color de francés. En una escena de InvictusMandela explica que quiere que en su guardia personal haya negros y blancos, porque será lo que se vea cada vez que lo enfoquen. Quería que la nación arcoíris empezara por su propia imagen. Y esto me lleva a Brahim y los Williams. Iñaki Williams nació y vivió en España. Brahim lleva toda su vida aquí. Por simpático que me resulte que selecciones africanas tengan estrellas, me parece de más jerarquía resaltar que son españoles, no por arrebato patriótico (Dios me libre), sino por eso que les pasó a los franceses que no ganaron el mundial cuando ganó Francia: porque es trascedente el hecho de que son españoles.

A los nacionalistas franceses les pasa como a los españoles: odian a la mayoría de sus compatriotas y no les gusta su país. La selección francesa es una foto al azar de Francia y a los fachas no les gusta lo que ven. Aquí se pone la bandera en el balcón o en la pulsera solo contra otros españoles. La soberana horterada que veremos hoy de la jura de bandera civil rebosará odio hacia la mayoría de los españoles. A los asistentes se les espesará en la garganta una España de alcanfor y polillas mal fumigadas que no se parece a España, porque España tal cual es no les gusta. Me gustaría que en la foto de la selección en el europeo estuvieran los dos Williams y Brahim, para que la foto se parezca a España y no a la caricatura del país de la jura de su bandera.

Las sociedades deben normalizar lo que son. Esta es una afirmación fuertemente ideológica. La normalidad es una cuesta abajo en la que el cuerpo descansa. La excepción es cuesta arriba, siempre un esfuerzo diario. Por eso la Iglesia quería mantener crucifijos en las aulas y lugares públicos, siempre con el argumento de si acaso molesta un crucifico. La Iglesia siempre intuyó bien el valor de la normalidad. Cuanto más normales sean las referencias del catolicismo en lugares públicos más descansa el cuerpo en el catolicismo y más excepción, cansado y cuesta arriba es ser ateo. La normalidad es el estado hacia el que fluye todo. El fútbol no es un escenario menor. Es un espectáculo muy seguido y de alta inmersión emocional, es poderoso el efecto de normalización de una imagen de tanto impacto. Que los votantes de Le Pen no sientan como francesa su selección es un avance. Lo es que en el racismo sea donde el cuerpo no descansa. El Rey, por su carácter simbólico, tiene mucha capacidad para normalizar e inyectar aceite en los engranajes de la convivencia. Una simple entrevista suya con representantes de ciertos colectivos los normalizaría con eficacia. Pero en el conflicto catalán de 2017 y en la agitación cada vez más virulenta de odios grupales que vivimos, se nota que la monarquía no solo es una antigualla, sino que no tiene vocación de tener ninguna utilidad. Se limita a ser un privilegio anacrónico.

Los discursos de odio nos amenazan a todos. Cuando se estigmatiza a los inmigrantes y a los maricas, los demás tienen que cuidarse de no ser acusados de amigos de inmigrantes y maricas. Sanz Montes no se limitó a decir, como palmero de Vox, que aquí no caben todos. No es solo un problema de número, «porque vienen con su carnet terrorista, porque vienen con su tráfico de cosas, tráfico de blancas, tráfico de drogas, tráfico de armamento». Suda odio. La réplica no debe ser un discurso buenista santurrón. Esas palabras nos amenazan a todos. El odio trae ortodoxias rígidas de sociedad autoritaria. El odio es el material superconductor de bulos y falsedades. Las palabras se acoplan con la misma facilidad a los hechos que a las emociones. Se consumen igual porque digan la verdad (acoplamiento a los hechos) que porque confirmen una emoción negativa o un prejuicio (acoplamiento a las emociones). Las emociones de alerta y peligro se apoderan de nuestra conducta con facilidad. ¿Alguien de mi generación pudo olvidar el episodio de V en el que una alienígena de aspecto humano se come una rata viva de un bocado? El arzobispo y el resto de la ultraderecha quieren una sociedad erizada de odios para sus propósitos autoritarios y de bulos y manipulación. El odio además destiñe y fácilmente nos alcanza a todos. Normalizar lo real sirve para que la población no se sienta entre zombis amenazantes, como pregonan los fachas. El discurso no debe ser defensivo ni ñoño. La sociedad no es más rica porque haya homosexuales, variedad de razas y zurdos. Simplemente es la realidad, y predicar que esa realidad nos amenaza es una maldad interesada. El odio es la herramienta para que la gente no considere prioritarias sus libertades y para la mayor toxicidad informativa. Con la Corona no se puede contar para normalizar las diferencias. Siempre sube la calidad moral de cualquier discurso la solidaridad y la empatía con el débil. Pero no solo es solidaridad. Es defensa propia. El discurso solo altruista siempre suena impostado y altivo. Como decía Foster Wallace, no hay que dejar a los reaccionarios el monopolio del egoísmo. (Si me permiten la impudicia, me gustaría pensar que estas líneas no sonaron a buenismo ñoño).

NORTES  DdA, XX/5648

viernes, 17 de mayo de 2024

AMÓS ACERO: "NO ME DUELE MORIR SIENDO INOCENTE, LO DOLOROSO SERÍA MORIR CULPABLE

Se cumplen estos días de mayo 83 años del fusilamiento de Amós Acero, alcalde republicano de Vallecas, ante las tapias del cementerio del Este, hoy llamado de la Almudena, a las cinco y media de la madrugada del 16 de mayo de 1941. En aquellas malditas tapias fueron fusiladas cerca de 3.000 personas, una vez finalizada la Guerra Civil e iniciada la dictadura franquista "al paso alegre de la paz". Los nombres de las víctimas fueron borrados de la memoria democrática de Madrid por el Ayuntamiento gobernado por el Partido Popular en 2019, después de que hubieran sido recordados y homenajeados bajo la alcaldía de Manuela Carmena. Amós Acero no quiso que le vendaran los ojos en el momento de la ejecución y escribió antes a su familia lo que sirve de titular a este recordatorio de su persona y gestión como alcalde de Vallecas. Vaya para sus descendientes nuestro aprecio y gratitud a quien les precedió con tan modélico ejemplo de civismo y solidaridad con los más desfavorecidos. Fue, como se recuerda en ese artículo, un hombre bueno, trabajador y culto, que luchó por la educación de la clase obrera.  

75 años de la muerte de Amós Acero, primer alcalde democrático de Vallecas













Juan Jiménez ManchaVallecasweb


El 16 de mayo de 1941, a las cinco y media de la madrugada, moría fusilado en las tapias del Cementerio de la Almudena Amós Acero Pérez, maestro y primer alcalde democrático de Vallecas. Setenta y cinco años después el pueblo vallecano le recuerda con profunda admiración, aunque sea poco conocedor de lo que fue su vida y obra


De origen humilde —hijo de un jornalero y de una ama de casa—, nació el 31 de marzo de 1893 en el pueblo toledano de Villaseca de la Sagra. En 1914 obtuvo en Madrid el título de Maestro de Primera Enseñanza. Tardó, no obstante, más de diez años en poder dedicarse a la educación, su gran pasión. A finales de 1916 encontró un empleo temporal de mancebo de botica en la farmacia de Villaseca, y en agosto de 1917 se trasladó a Valdepeñas (Ciudad Real) para cubrir una plaza fija similar en otra farmacia. En Valdepeñas conoció a Dolores Delgado Lara, con la que se casaría en marzo de 1918 en la iglesia de esta localidad.

Sus ocupaciones boticarias no frenaron sus inquietudes intelectuales. En enero de 1915, la prensa toledana destacó su brillante dirección del grupo de teatro de aficionados de Villaseca, y en junio de ese año firmó en el periódico Heraldo Obrero la que seguramente fue su primera colaboración periodística, centrada en un tema que sería una constante en su vida: la lucha contra el caciquismo. En 1919 pronunció varios discursos en la capital imperial en defensa de las sociedades obreras. Los periódicos toledanos resaltaron su cultura y facilidad de palabra, su “brioso discurso”, y subrayaron sus duros ataques a los caciques y al credo. En una reseña del mes de mayo, sobre una conferencia suya en la Casa del Pueblo de Villaseca, se le definió ya como “un joven socialista”.

A principios de 1920 se instaló con Dolores en Madrid en una casa alquilada en el número 1 de la Glorieta de Pirámides. En marzo de ese año se afilió al Partido Socialista Obrero e ingresó en la Sociedad de Oficios Varios de la UGT. Amós Acero continuó sin poder dedicarse a la enseñanza. Trabajó primero de cajero en la carbonería de Luis de Larrumbide, con depósito en el Paseo Imperial, y luego en la Farmacia Giménez, en la calle Barquillo nº 1. Pese a su compromiso político, llevó hasta finales de 1926 una vida muy familiar y discreta. En este periodo el matrimonio tuvo sus tres primeros hijos: GonzaloAmós y María Dolores, a los que se unirían en años siguientes Francisco y Aurora.

A finales de 1926, Amós Acero aceptó la plaza de profesor que le ofreció la Sociedad de Oficios Varios y Escuelas Racionalistas del Puente de Vallecas. El 11 de diciembre haría uso de su oratoria en el homenaje que en la Casa del Pueblo vallecana se le tributó a Pablo Iglesias, fundador del Partido Socialista Obrero y de la UGT, al cumplirse el primer aniversario de su muerte. Poco después se trasladó a vivir al Puente de Vallecas con su familia. Al parecer, sus primeras palabras al pisar suelo vallecano fueron premonitorias: “¿Sabes que me gusta lo que hemos visto al entrar en este pueblo? Siento dentro de mí un regocijo extraño. Tengo la impresión de que me va a gustar vivir aquí”.

Primera corporación democrática de Vallecas. De izquierda a derecha, Ayuso, Pedro Caballo, Manuel Ruiz, Masía, Amós Acero, Vázquez, Torbellino, Cordero, Cubillo y Julián Vinagre. (© Foto: VALLECAS TODO CULTURA / Vallecasweb.com)

Primera corporación democrática de Vallecas. De izquierda a derecha, Ayuso, Pedro Caballo, Manuel Ruiz, Masía, Amós Acero, Vázquez, Torbellino, Cordero, Cubillo y Julián Vinagre. (© Foto: VALLECAS TODO CULTURA / Vallecasweb.com)

Amós Acero —en el centro, con pajarita— durante la inauguración de una escuela pública en Vallecas. (© Foto: VALLECAS TODO CULTURA / Vallecasweb.com)
Amós Acero —en el centro, con pajarita— durante la inauguración de una escuela pública en Vallecas. (© Foto: VALLECAS TODO CULTURA / Vallecasweb.com)

Su primer domicilio estuvo en la calle Doctor Salgado nº 8, en la primera planta. Comenzó a desarrollar una extraordinaria labor pedagógica en beneficio de muchachos en su mayoría analfabetos y sin apenas medios para vivir. A los jóvenes que tenían que trabajar durante el día, obreros mal pagados que no sabían leer ni escribir, les daba clases nocturnas.
Amós se fue haciendo pronto muy popular entre los vallecanos por su humano comportamiento y abnegado quehacer docente. Además, pronunció discursos sobre educación, enseñanza laica y en defensa de la condición social de la mujer, tanto en Vallecas como en otros pueblos humildes del cinturón madrileño, que le proporcionaron admiración también a nivel nacional.

El 29 de agosto de 1930 fue reconocida públicamente su trayectoria con un homenaje ofrecido en la Casa del Pueblo del Puente de Vallecas. En él llamó la atención la presencia de multitud de niños y de mujeres, entusiastas en corresponder agradecidos a su maestro y defensor. En la velada se habló de su talento, sabiduría y enorme generosidad. Se le definió como “un hombre bueno, trabajador y culto, que tanto ha hecho por la educación de la clase obrera del Puente de Vallecas…”.

Gracias a las elecciones municipales de abril de 1931, Amós Acero fue elegido alcalde de Vallecas. Él y su familia se mudaron a la calle Juan Navarro nº 30. La miseria y abandono con que se encontró al iniciar su mandato le hicieron tomar pronto una decisión que hoy puede resultar sorprendente, pero que se debió a su preocupación por los demás y a su amor a Vallecas: solicitar oficialmente a través del Pleno del Ayuntamiento de Vallecas la anexión a Madrid. Más valía ser cola de león que cabeza de ratón, debió pensar Amós; aunque tuviera que renunciar a su recién estrenado cargo.

Noticia de la petición de Vallecas de anexión a Madrid con Amós Acero de alcalde. La Voz, 15 de agosto de 1931. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)

Noticia de la petición de Vallecas de anexión a Madrid con Amós Acero de alcalde. La Voz, 15 de agosto de 1931. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)

Amós Acero —segundo por la izquierda— y otros concejales del Ayuntamiento de Vallecas, rinden visita en 1937 al alcalde de Madrid Rafael Henche de la Plata, tercero por la izquierda. (© Foto: VALLECAS TODO CULTURA / Vallecasweb.com)

Amós Acero —segundo por la izquierda— y otros concejales del Ayuntamiento de Vallecas, rinden visita en 1937 al alcalde de Madrid Rafael Henche de la Plata, tercero por la izquierda. (© Foto: VALLECAS TODO CULTURA / Vallecasweb.com)

La anexión a Madrid, algo perseguido por muchos industriales y vecinos vallecanos desde finales del siglo XIX, hubiera proporcionado un alivio en la lucha por combatir la crisis obrera y el paro (había más de 3.000 personas sin trabajo), y habría sido determinante para afrontar las demandas urbanísticas y las numerosas carencias que había en Vallecas, principalmente las de vivienda, educativas, saneamiento, transporte y agua (se utilizaba la del Canalillo pero se quería la del Canal de Isabel II). Como contrapartida, los vallecanos hubieran perdido su independencia y habrían pasado a pagar más impuestos.

No prosperó la demanda de anexión y Amós tuvo que hacer encaje de bolillos para ir mejorando la vida de los vallecanos. Se convirtió en el ejemplo de todos por su integridad; a la que unía un fuerte carisma y un don de gentes que le hacían llegar con facilidad al corazón de las personas. Algunas de sus medidas fueron no aceptar ningún regalo para él, para que nadie le pudiera pedir favores y, al ser elegido diputado a Cortes, renunciar al sueldo correspondiente (1.000 pesetas) para seguir ganando las 500 pesetas que cobraba como regidor de Vallecas. Al apoyar la huelga general de octubre de 1934 fue depuesto de su puesto de alcalde, el cual recuperaría en febrero de 1936 con el triunfo del Frente Popular.

Durante la Guerra Civil, Amós Acero compaginó los despachos con la lucha en la calle para mantener el orden público. Siempre humano, vigiló por el respeto hacia las personas consideradas de ideología contraria, en ocasiones logrando para ellos salvoconductos con los que alcanzar la zona enemiga. Aunque había defendido toda su vida la enseñanza laica, no dudó en impedir la quema de conventos en Vallecas.

Aconsejado por su entorno, el 27 de marzo de 1939 —poco antes de acabar la guerra— abandonó Vallecas en compañía de Carlos Rubiera Rodríguez, gobernador civil de Madrid, para salir de España. Fue detenido en el puerto de Alicante el 30 de ese mes. Tras ser internado en los campos de concentración alicantinos de Los Almendros y Albatera, se le condujo a la madrileña cárcel de Porlier, donde ingresó el 30 de agosto de 1939. Tras recorrer varias cárceles más fue juzgado en dos juicios paralelos que sólo perseguían su condena y muerte.

Amós Acero y su mujer Dolores, junto a sus hijos Amosito y Aurorita, en 1936 (© Foto: VALLECAS TODO CULTURA / Vallecasweb.com)

Amós Acero y su mujer Dolores, junto a sus hijos Amosito y Aurorita, en 1936. (© Foto: VALLECAS TODO CULTURA / Vallecasweb.com)

Durante los procesos, Amós Acero escribió varias cartas que conmueven por su humanidad y bondad hacia los demás. Así, consciente de su inminente ejecución, expresó: “No me duele morir, siendo inocente, lo doloroso, sería morir culpable”. Casi al final de su última carta, escrita horas antes de ser fusilado, se acuerda de Vallecas, en donde dice querer ser enterrado: “…y si algún día mis restos puedan ser enterrados en Vallecas, llevadme a su cementerio y así estaré cerca de lo que tanto quiero y del pueblo en cuyo servicio mudo el tributo de mi vida”.

De nada sirvieron los más de cincuenta testimonios de personas a las que ayudó Amós durante la guerra, ni la documentación por él presentada, ni la falta de pruebas mínimamente creíbles, Amós Acero sería fusilado en las, por desgracia, famosas tapias del cementerio del Este, hoy llamado de la Almudena, a las cinco y media de la madrugada del 16 de mayo de 1941. En aquellas malditas tapias fueron fusiladas cerca de 3.000 personas. Amós no quiso que se le vendaran los ojos en el momento de la ejecución.

Tumba de Amós Acero en el Cementerio de la Almudena de Madrid (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)

Tumba de Amós Acero en el Cementerio de la Almudena de Madrid. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)

Con Amós todavía vivo pero lejos, Vallecas quedó en manos de las huestes falangistas. Las calles eran suyas; de los perdedores era el miedo. En el Estadio de Vallecas, donde hoy está el campo del Rayo Vallecano, se improvisó un campo de concentración en poder de soldados falangistas pertenecientes al Regimiento de Infantería San Quintín nº 25. En cuanto a la política, Alfonso Vázquez González, jefe de La Falange local, fue designado nuevo alcalde de Vallecas. Alfonso Vázquez dirigiría un escrito al tribunal que juzgaba a Amós relatando una serie de actos que buscaban el veredicto de culpabilidad. La mezcla de acusaciones carecía de prueba alguna.

Entre Amós Acero y Alfonso Vázquez se sucedieron las paradojas. El primero no tuvo nunca una calle en Vallecas, el segundo sí, sorprendentemente concedida el 30 de julio de 1976, ya en la democracia. Al primero no se le recuerda públicamente como alcalde, aunque se le considere el gran alcalde de Vallecas, mientras que la calle del segundo se llama del Alcalde Alfonso Vázquez. Y fue casualmente el segundo el que firmó la anexión de Vallecas a Madrid, cuando ya a la capital le interesaba, el 10 de noviembre de 1950.

Amós Acero carece de un reconocimiento público en consonancia a su relevancia política e histórica. El parque y el colegio que en Vallecas llevan su nombre parecen insuficientes para dar valor a su lucha y esfuerzo por mejorar la calidad de vida y la educación de los vallecanos.

Parque dedicado al alcalde Amós Acero en el barrio de San Diego, Puente de Vallecas. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Parque dedicado al alcalde Amós Acero en el barrio de San Diego, Puente de Vallecas. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)


El monumento a Amós Acero contaba en su origen con un busto en bronce que sufrió los efectos del vandalismo. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)El monumento a Amós Acero contaba en su origen con un busto en bronce que sufrió los efectos del vandalismo. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Una buena manera de reconocer su figura sería que los vallecanos y las instituciones municipales herederas de su cargo acudieran el 16 de mayo de 2016 a visitar su tumba. Ya que él no pudo ver cumplido su deseo de ser enterrado en Vallecas, no estaría de más que Vallecas le rindiera una visita de vez en cuando.

Los días anteriores a la fecha de conmemoración de los 75 años de su muerte no había ninguna flor en su sepultura (compartida con su mujer y algunos hijos). Las señas para visitarla son Cementerio de la Almudena, Cuartel 24, Manzana 19, Letra D. Se puede llegar con el coche. A la entrada le dibujan a la gente en un plano cómo llegar a la sepultura. Descanse en paz Amós Acero.

** Vallecasweb quiere agradecer a Juan Jiménez Mancha, escritor, historiador y archivero bibliotecario del Ayuntamiento de Madrid, su encomiable labor de recuperación de la memoria histórica de Vallecas a través de los artículos que publica con asiduidad en nuestro Periódico.

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 Si desea encontrar más información sobre Amós Acero le recomendamos el libro 'Amós Acero, una vida por Vallecas' (Cástor Bóveda, 2009. Ediciones de la Torre) publicado por Vallecas Todo Cultura (C/ La Diligencia, 19. Madrid Sur, Puente de Vallecas. Teléfono: 91 777 07 60).

(*) En la imagen que abre esta información, Amós Acero en su despacho del Ayuntamiento de Vallecas, a finales de 1932. (© Foto: VALLECAS TODO CULTURA / Vallecasweb.com)

INTRIGAS PROVINCIANAS Y OTROS ENTRETENIMIENTOS

 Espero leer pronto el libro de José Manuel Ponte de cuya entretenida presentación la otra tarde en Oviedo habla en su artículo Herrero Montoto, pues después de una larga vida profesional en la que se dedicó con especial pundonor a la libertad de expresión y al sindicalismo en los tiempos de la transición -cuando hasta se presentó a las elecciones en la lista de un partido minoritario-, descubrí como lector de mi excompañero José Manuel la ironía con un punto de acidez, sobriedad y pulcritud de estilo de sus columnas, publicadas en el diario La Nueva España. Como me parece que nos va a seguir obsequiando con esas cualidades, el libro Intrigas provincianas y otros entretenimientos, que creo se trata de unas memorias a las que la editorial o el autor califica de autoficticias,  no faltará en la biblioteca de este Lazarillo, y no como adorno. De momento, Ponte ha advertido en la presentación que a España se le empieza a ver una grieta en el tejado. Conviene reparar en la advertencia antes de que se vuelva a caer el techo. No es muy reconfortante, pero falta saber cómo nos lo dice quien así piensa.


La Nueva España  DdA, XX/5.646

LEÓN YA TIENE A SU PRIMERA VIRGEN CONSAGRADA


Félix Población

Se trata de una feligresa de algo más de cincuenta años, perteneciente a la parroquia de San Pedro de Bembibre, que en un acto solemne celebrado en dicha iglesia el pasado 12 mayo y presidido por el obispo de la diócesis, fue consagrada miembro de la Ordo Virginum. 

Ataviada de blanco, María Ángeles Castro, que así se llama, se une así a las 250 vírgenes que han sido consagradas en este país y forman parte de la mencionada orden, cuya referencia se puede encontrar, al parecer, en el epistolario de San Pablo a Timoteo. 

La señorita Castro llegó al altar blanca y radiante, cual novia jubilosa, y una vez allí el prelado Fernández, don Jesús, le entregó el anillo y el velo que la unen a Cristo de por vida, de forma indisoluble e irrevocable, en un desposorio de carácter místico que alianza la fe y la espiritualidad de la comunidad creyente, leo en los diarios de la provincia, muy generosos en plasmar esta relevante información. 

Entre las misiones de las vírgenes consagradas está la de ofrecer a Jesús su cuerpo y espíritu, sirviendo a la parroquia y a sus comunidad, con una participación en la eucaristía y en cuantos sacramentos se les permitan. Es de consignar que la virgen María Ángeles, al objeto de conocer a fondo la Biblia, está cursando en Ponferrada estudios de ciencias religiosas, si es que hay alguna ciencia en las religiones. 

La virgen leonesa ha confesado a la COPE, dónde si no, que el proceso que la condujo hasta esta virginidad consagrada ha sido muy natural. La suya ha coincidido con la de la señorita Pilar Trujillo, que hizo lo propio en la Capilla Real de la catedral de Sevilla. Esta archidiócesis ha sido muy explícita al fundamentar en tres pilares la misión de estas 250 vírgenes ibéricas, si bien dos de ellos se denominan con palabros irreconocibles tales como esponsalidad, que viene a ser la vivencia de ser esposa de Cristo, o diocesaneidad como misión  "que se manifiesta en ser signo de la iglesia católica allí donde están". La virginidad es el tercer y al parecer básico pilar. 

Se ignora si para esta consagración la católica iglesia  tiene expectativas de superar la cifra del cuarto de millar de vírgenes consagradas en España, pues no parece la propia para expresar el fervor de la feligresía creyente femenina por este cometido, para el que también desconocemos si se requiere algún curso prematrimonial al efecto a cargo del clero, habida cuenta su trayectoria en la obsesiva y hasta enfermiza prédica de la castidad desde hace siglos, incluso por parte de quienes dentro de la institución vaticana se sirvieron de su autoridad para el abuso sexual de menores.

DdA, XX/5.646